17/3/17 0:08h

Aguantas la mirada, no es sencillo pero respiras y aguantas la mirada.
Te sientas frente a ti y te das una palmada en el hombro, un apoyo para seguir.
Sabes que pronto todo habrá acabado, que es fácil sentir miedo, que es más complicado optar por recorrer el sendero certero.
Pero allí sigues, eres tú, te ves reflejado y te impresiona.
Te apoyas para no caer, te frotas los ojos para ver bien y, aún con todo, no consigues vislumbrar lo que te espera.
Agradeces una vez más todo cuanto te rodea, te prometes seguir firme y te acuestas.
Tus sueños resbalan por la ladera de tu existencia...
y aguantas la mirada.

Comentarios

Entradas populares